Guía de alimentación en brote de una EII

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Una situación de brote se hace especialmente delicada. Es un momento de incertidumbre donde se pasa miedo y ansiedad, la comida se vuelve un suplicio y es complicado saber qué comer y sobre todo saber por qué comer algo en concreto.

Conocer qué alimentos van mejor y sobre todo saber por qué, genera tranquilidad y calma. El conocimiento es una herramienta poderosa que debemos afilar cada día para hacer frente a las duras batallas que se presentan en estas enfermedades.

Hoy quiero darte armas. Armas afiladas con las que poder plantar cara al brote, para que puedas estar preparado y listo para salir a luchar por tu salud. Hoy quiero ayudarte a mejorar tu calidad de vida… La enfermedad es para toda la vida, mi compromiso contigo, también.

Lo más importante en una situación de brote de la EII es la digestibilidad de los alimentos. Debemos buscar alimentos que sean muy nutritivos y cuya digestión no genere un elevado estrés al sistema digestivo. Es por ello que optaremos en el caso de fuentes de hidratos de carbono por qué los carbohidratos también desempeñan un papel importante en la dieta de las personas que padecen enfermedad inflamatoria intestinal (EII) por varias razones esenciales:

  1. Energía Sostenible: Los carbohidratos son la principal fuente de energía para el cuerpo. En el caso de las personas con EII, especialmente durante los brotes, la digestión y la absorción de nutrientes pueden estar comprometidas. Los carbohidratos proporcionan energía de manera más rápida y fácil que las proteínas y grasas, lo que es crucial para mantener los niveles de energía y prevenir la fatiga.
  2. Prevención de la pérdida de peso: Durante los brotes de EII, los síntomas como la diarrea y la pérdida de apetito pueden llevar a la pérdida de peso. Los carbohidratos proporcionan calorías que ayudan a prevenir la pérdida de peso no deseada ya mantener una masa corporal adecuada.
  3. Función intestinal: La fibra soluble en los carbohidratos puede ser beneficiosa para personas con EII al regular el tránsito intestinal. Puede ayudar a suavizar las heces y promover una consistencia más formada, lo que puede ser especialmente útil en casos de diarrea frecuente.
  4. Absorción de Nutrientes: Los carbohidratos también pueden tener un efecto positivo en la absorción de otros nutrientes, ya que ayudan a mantener una función intestinal saludable. La absorción de vitaminas y minerales es esencial para prevenir deficiencias nutricionales, que pueden ser comunes en personas con EII.
  5. Apoyo Inmunológico: Los carbohidratos son una fuente de glucosa, que es la principal fuente de energía para las células inmunológicas. Mantener niveles adecuados de glucosa puede ayudar a mantener un sistema inmunológico funcional y equilibrado.
  6. Promoción de la Saciedad: Los carbohidratos también pueden tener un efecto de saciedad, lo que puede ayudar a controlar los síntomas de hambre frecuente y mantener una ingesta equilibrada de alimentos.
  7. Confort Digestivo: Algunos carbohidratos como el arroz blanco y el pan tostado blanco son de naturaleza suave y fácil de digerir, lo que puede ser útil durante los brotes de EII cuando el sistema digestivo es más sensible.

Es importante recordar que no todos los carbohidratos son iguales, y es recomendable elegir fuentes de carbohidratos de alta calidad y bajos en fibra insoluble durante los brotes de EII. Consultar con un profesional de la salud o un dietista puede ayudarle a adaptar su dieta de carbohidratos de acuerdo a sus necesidades y tolerancias individuales.

1. Plátanos:

  • Los plátanos son ricos en carbohidratos en forma de azúcares naturales, como glucosa, fructosa y sacarosa. Estos azúcares pueden proporcionar una fuente rápida de energía, importante durante los brotes de EII cuando la absorción de nutrientes puede estar comprometida.
  • Además, los plátanos son una fuente de potasio, un electrolito esencial que puede perderse debido a la diarrea. El potasio es crucial para el equilibrio de fluidos y la función muscular.

2. Batatas (Boniatos) o patatas hervidas:

  • Las batatas y patatas son ricas en carbohidratos complejos y fibra soluble. La fibra soluble puede ayudar a agregar volumen a las heces y regular la función intestinal, lo que podría ser beneficioso durante un brote de EII.
  • También contienen vitamina A y vitamina C, que pueden contribuir al sistema inmunológico ya la recuperación.

3. Arroz Blanco:

  • El arroz blanco es una fuente de carbohidratos de fácil digestión, lo que puede ser útil durante un brote cuando el sistema digestivo es más sensible.
  • Los carbohidratos del arroz blanco proporcionan energía sostenible y pueden ser una opción para prevenir la pérdida de peso.

4. Puré de Manzana, o pera:

  • El puré de manzana proporciona carbohidratos en forma de azúcares naturales, que pueden ser fácilmente digeridos.
  • También puede ser suave para el sistema digestivo y una fuente rápida de energía.

5. Zanahorias Hervidas:

  • Las zanahorias hervidas son ricas en carbohidratos y fibra soluble, que pueden ayudar a suavizar las heces y regular la función intestinal.
  • También son una fuente de vitamina A y antioxidantes que pueden ser beneficiosos para la recuperación.

6. Cereales de Arroz:

  • Algunos cereales de arroz pueden ser bajos en fibra, lo que los hace potencialmente adecuados para personas con EII en brote.
  • Pueden proporcionar carbohidratos y energía sin agregar una carga significativa al sistema digestivo.
  • En lo personal y como consejo profesional, aconsejo el uso de cremas de arroz en brote. Estos aportan un gran sabor sin edulcorantes tóxicos, siendo de una digestibilidad mayor que los cereales o el arroz normal. Se disuelven en bebida vegetal y aportan los mismos beneficios. Te dejo enlace a continuación

7. Avena:

  • La avena es una fuente de carbohidratos complejos y fibra soluble, como el beta-glucano. La fibra soluble puede ayudar a regular el tránsito intestinal y proporcionar una sensación de saciedad.
  • La avena también puede contribuir a una mayor sensación de plenitud, lo que podría ser útil para evitar la pérdida de peso en personas con EII en brote.
  • Contiene vitaminas del grupo B, como la tiamina (B1) y la niacina (B3), que son esenciales para el metabolismo y la función celular.
  • Con la avena podemos consumirla en copos o harinas en repostería. Pero en brote aconsejo, al igual que con el arroz, consumirla en su forma más digerible, en batidos:

Si quieres saber más sobre la fibra soluble y que alimentos son los mejores, dale click aquí

Proteínas

Si los hidratos de carbono son importantes para la EII, las proteínas no se quedan atrás.

Las proteínas desempeñan un papel fundamental en la dieta de las personas que padecen enfermedad inflamatoria intestinal (EII) por varias razones importantes:

  1. Reparación y Regeneración de Tejidos: Durante los brotes de EII, el revestimiento del tracto gastrointestinal puede resultar dañado e inflamado. Las proteínas son esenciales para la reparación y regeneración de los tejidos dañados. Proporcionan los bloques de construcción necesarios para la síntesis de nuevas células y tejidos, ayudando a la cicatrización de las áreas afectadas.
  2. Prevención de la Pérdida de Masa Muscular: La inflamación crónica y los síntomas como la diarrea pueden contribuir a la pérdida de peso y masa muscular en las personas con EII. Las proteínas son vitales para mantener la masa muscular y evitar la debilidad. Mantener una ingesta adecuada de proteínas puede ayudar a minimizar la pérdida de masa muscular y promover la fuerza física.
  3. Función Inmunológica: Las proteínas también son fundamentales para la función adecuada del sistema inmunológico. Durante los brotes de EII, el sistema inmunológico puede estar hiperactivo, contribuyendo a la inflamación. Las proteínas son necesarias para la producción de anticuerpos y células inmunes, que ayudan a combatir la inflamación y mantener un sistema inmunológico equilibrado.
  4. Absorción de Nutrientes: La inflamación y el daño en el tracto gastrointestinal pueden afectar la absorción de nutrientes esenciales. Las proteínas son necesarias para la síntesis de enzimas digestivas y transportadores de nutrientes que facilitan la absorción y utilización de otros nutrientes, como vitaminas y minerales.
  5. Energía y Nutrición: Durante un brote de EII, la pérdida de apetito y la limitación en la ingesta de alimentos pueden llevar a una reducción en la energía y nutrientes. Las proteínas proporcionan calorías necesarias para la energía y son vitales para mantener el funcionamiento normal del cuerpo, especialmente en situaciones de estrés metabólico.
  6. Control de Síntomas: Las proteínas pueden tener un efecto más duradero en la saciedad en comparación con los carbohidratos, lo que puede ayudar a controlar los síntomas de hambre frecuente y mantener un equilibrio en la ingesta de alimentos.
  7. Favorecer la Sanación: Las proteínas también pueden tener propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a reducir la inflamación en el intestino y promover la sanación de los tejidos afectados.

A continuación te dejo un listado con los mejores alimentos proteicos en la EII:

1. Pechuga de Pollo Hervida o Asada: La pechuga de pollo es una opción popular debido a su bajo contenido de grasa y su alta calidad proteica. Durante un brote de EII, la magra pechuga de pollo hervida o asada es fácil de digerir y menos propensa a causar malestar estomacal. Además, es una fuente completa de proteínas que contiene todos los aminoácidos esenciales necesarios para la reparación y regeneración de los tejidos del cuerpo.

2. Pavo Hervido o Asado: El pavo magro es similar a la pechuga de pollo en términos de ser una fuente de proteína bien tolerada. Contiene vitaminas del complejo B, como la tiamina (B1) y la niacina (B3), que son esenciales para el metabolismo y pueden ayudar en la digestión de los nutrientes. La preparación al horno o hervida minimiza la adición de grasas innecesarias, lo que puede ser más suave para el sistema digestivo.

3. Pescado Blanco: Los pescados blancos como el bacalao, la merluza y el lenguado son opciones magras de proteínas. Contiene ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ser beneficiosos para personas con EII al reducir la inflamación en el tracto gastrointestinal. Además, la textura tierna y el contenido de grasa relativamente bajo hacen que estos pescados sean más digeribles durante un brote.

4. Huevos a la plancha o tortilla: Los huevos son ricos en proteínas y proporcionan nutrientes esenciales como la colina, que es importante para la salud celular y la función del sistema nervioso. La digestión de los huevos a la plancha o en tortilla es más fácil y saludable que la de los .

5. Tofu: El tofu es una opción de proteína vegetal que es relativamente suave para el sistema digestivo. Contiene aminoácidos esenciales y puede ser una alternativa para las personas que prefieren opciones no animales. El tofu es una fuente versátil de proteínas y puede añadirse a guisos, salteados y ensaladas.

6. Pescado Graso (Salmón por ejemplo): A pesar de ser pescados grasos, el salmón y la trucha son fuentes de ácidos grasos omega-3. Estos ácidos grasos tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir la inflamación en el intestino, lo que podría ser beneficioso durante un brote de EII. Además de la proteína, estos pescados aportan grasas saludables para el corazón.

7. Yogur Griego sin Azúcar: El yogur griego es rico en proteínas y puede ser beneficioso para la salud intestinal debido a sus probióticos naturales. Los probióticos pueden promover un equilibrio saludable en la flora intestinal y contribuir a una función gastrointestinal óptima. Opte por opciones sin azúcar para evitar la adición de edulcorantes que podrían causar malestar.

8. Pollo Desmenuzado o Pavo Desmenuzado: El pollo o pavo desmenuzado es más fácil de digerir que las piezas grandes. Puedes agregar estas carnes desmenuzadas a sopas, caldos y purés para aumentar la ingesta de proteínas y nutrientes. Además, la textura desmenuzada puede hacer que sea más cómoda para el sistema digestivo.

9. Proteína de suero de leche: Los beneficios de la proteína de suero de leche son tantos, que mejor te dejo un artículo sobre ella haciendo click aquí

Las grasas

Las grasas también desempeñan funciones importantes en la dieta de las personas que padecen enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Aquí tienes algunas de las funciones clave de las grasas en este contexto:

  1. Fuente Concentrada de Energía: Las grasas son una fuente densa de energía. Esto es particularmente beneficioso en momentos de pérdida de apetito y disminución de la ingesta de alimentos durante los brotes de EII. Las grasas proporcionan más calorías por gramo en comparación con proteínas y carbohidratos, lo que puede ayudar a prevenir la pérdida de peso no deseada.
  2. Absorción de Vitaminas Liposolubles: Las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) requieren grasa para su absorción y transporte en el cuerpo. Las grasas en la dieta pueden ayudar a asegurar la absorción adecuada de estas vitaminas esenciales. La vitamina D, por ejemplo, es crucial para la salud ósea y el sistema inmunológico.
  3. Salud de la Piel y Membranas Celulares: Las grasas son componentes esenciales de las membranas celulares y la piel. Son responsables de mantener la integridad de las membranas celulares y la barrera cutánea, lo que es importante para la protección contra infecciones y la regulación de sustancias en el cuerpo.
  4. Antiinflamatorio Natural: Algunas grasas saludables, como los ácidos grasos omega-3 presentes en pescados grasos, las semillas de lino y las nueces, tienen propiedades antiinflamatorias. Pueden ayudar a reducir la inflamación en el tracto gastrointestinal, que es un aspecto importante en el manejo de la EII.
  5. Mantenimiento de la Saciedad: Las grasas pueden contribuir a la sensación de saciedad y satisfacción después de una comida. Esto puede ser útil para mantener un equilibrio en la ingesta de alimentos y controlar los síntomas de hambre frecuente.
  6. Aporte de Ácidos Grasos Esenciales: Algunas grasas, llamadas ácidos grasos esenciales, no pueden ser producidas por el cuerpo y deben obtenerse a través de la dieta. Estos ácidos grasos, como el ácido linoleico y el ácido alfa-linolénico, son necesarios para la función celular y la salud en general.

Es importante recordar que no todas las grasas son iguales. En el contexto de la EII, es recomendable elegir grasas saludables, como las presentes en aceite de oliva, pescado graso, aguacate y nueces, mientras que se deben limitar las grasas saturadas y las grasas trans, que podrían tener efectos negativos en la lesión y la salud en general. Como siempre, es esencial consultar con un profesional de la salud o un dietista antes de realizar cambios significativos en la dieta, especialmente si estás tratando con una EII.

  1. Pescado Graso: Los pescados grasos como el salmón, la trucha y el sardino son ricos en ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias. Estos ácidos grasos pueden ser beneficiosos durante un brote de EII al ayudar a reducir la inflamación en el tracto gastrointestinal.
  2. Aguacate: El aguacate es una excelente fuente de grasas saludables, incluyendo grasas monoinsaturadas y algunos ácidos grasos omega-3. También proporciona fibra, lo que podría ser útil para suavizar las heces.
  3. Aceite de Oliva: El aceite de oliva extra virgen es una opción saludable para cocinar y aderezar alimentos. Contiene grasas monoinsaturadas y antioxidantes que pueden tener beneficios antiinflamatorios.
  4. Frutos Secos (en pequeñas cantidades y en cremas textura cremosa no crunchy): Los frutos secos como las almendras, nueces y avellanas son ricos en grasas saludables, pero su contenido de fibra ya veces su textura podrían no ser bien tolerados durante un brote. En pequeñas cantidades, algunos podrían encontrar beneficios, pero es importante probarlos con moderación.
  5. Aceite de Coco (con precaución): Algunas personas con EII pueden tolerar el aceite de coco en pequeñas cantidades debido a su composición de ácidos grasos de cadena media. Sin embargo, es importante probarlo con precaución, ya que el aceite de coco es rico en grasas saturadas.

En el caso de que no te gusten estos alimentos, puedes suplementar omega 3

No todo es comer y comer… hablemos del ayuno y del mindful eating

El ayuno, o la restricción controlada de la ingesta de alimentos durante un período específico, es un tema que debe abordarse con precaución en el contexto de una enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en brote. Si bien existen algunas investigaciones que sugieren posibles beneficios, es importante recordar que los efectos pueden variar según la persona y que siempre se debe consultar a un profesional de la salud antes de considerar cualquier enfoque dietético.

Algunos posibles beneficios potenciales del ayuno en un brote de EII podrían incluir:

  1. Descanso para el Sistema Digestivo: Durante un brote de EII, el sistema digestivo puede estar inflamado y sensible. El ayuno podría proporcionar un descanso a los intestinos al reducir la carga de trabajo digestivo temporalmente.
  2. Reducción de Inflamación Aguda: Algunos estudios en modelos animales sugieren que el ayuno intermitente podría tener efectos antiinflamatorios, lo que podría ser beneficioso para reducir la inflamación aguda en el tracto gastrointestinal durante un brote.
  3. Posible Contribución a la Reparación: Se ha propuesto que el ayuno podría activar procesos de autogestión y reparación celular, lo que podría ser útil para la cicatrización de los tejidos dañados en el tracto gastrointestinal.

Sin embargo, es importante destacar que los beneficios del ayuno en el contexto de una EII en brote no están totalmente establecidos y pueden depender de varios factores, incluyendo el tipo de EII, la severidad del brote y la respuesta individual. Además, el ayuno también conlleva riesgos y desafíos:

  1. Deficiencias Nutricionales: El ayuno prolongado puede llevar a deficiencias de nutrientes esenciales, lo que podría ser problemático para personas con EII que ya pueden estar en riesgo de deficiencias debido a la mala absorción y la restricción dietética.
  2. Pérdida de Peso Excesiva: El ayuno no controlado puede resultar en una pérdida de peso excesiva y no deseada, lo que puede afectar negativamente la salud y la capacidad del cuerpo para sanar.
  3. Debilitamiento del Sistema Inmunológico: Una restricción severa de la ingesta de alimentos podría debilitar el sistema inmunológico, que es esencial para combatir la inflamación y las infecciones.
  4. Potencial agravación de síntomas: Algunas personas con EII pueden experimentar un empeoramiento de los síntomas, como fatiga y debilidad, durante el ayuno.

Beneficios del ayuno en la gestión emocional

El ayuno en el contexto de una enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en brote puede tener algunos beneficios potenciales a nivel de gestión emocional y bienestar psicológico, aunque es importante tener en cuenta que estos beneficios pueden variar según la persona y que siempre es crucial consultar con un profesional de la salud antes de considerar cualquier enfoque dietético.

Algunos posibles beneficios a nivel de gestión emocional del ayuno en un brote de EII podrían incluir:

  1. Sentido de Control: Durante un brote de EII, los síntomas pueden ser impredecibles y generar un sentido de falta de control sobre el cuerpo. El ayuno planificado y controlado podría brindar a algunas personas una sensación de empoderamiento y control sobre su situación.
  2. Enfoque en el Bienestar General: El ayuno puede llevar a un mayor enfoque en el bienestar general y la autoevaluación de las necesidades del cuerpo. Esto podría ayudar a las personas a conectarse con su cuerpo y sus necesidades, lo que a su vez podría mejorar su bienestar emocional.
  3. Reducción de Estrés Alimentario: Para algunas personas, la comida puede generar estrés, especialmente cuando hay síntomas digestivos molestos. El ayuno podría eliminar temporalmente esta fuente de estrés y permitir a las personas relajarse en torno a las preocupaciones relacionadas con la comida.
  4. Fomento de la Conciencia Plena: El proceso de ayudar puede fomentar la práctica de la conciencia plena, en la que las personas están presentes en el momento y se centran en sus sensaciones internas y emociones. Esto puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la conexión mente-cuerpo.
  5. Cambios en la percepción de la comida: El ayuno podría cambiar la percepción de la comida y la forma en que se experimenta la sensación de hambre. Algunas personas encuentran que se vuelven más conscientes de su relación con los alimentos y cómo responden a las señales de hambre y saciedad.

Sin embargo, es importante destacar que el enfoque en la gestión emocional a través del ayuno puede no ser adecuado para todos. Algunas personas pueden experimentar estrés adicional debido a la restricción de alimentos, especialmente si tienen preocupaciones sobre la pérdida de nutrientes y energía. Además, el ayuno extremo podría empeorar la ansiedad y el estrés en algunas personas.

No solo importa que comes, también importa como te lo estás comiendo. Mindful eating

El «mindful eating» o «alimentación consciente» es una práctica que implica prestar atención plena y consciente a la experiencia de comer. Se trata de comer con atención plena, en el momento presente, sin juicios ni distracciones. Esta práctica promueve una conexión más profunda con los alimentos, las sensaciones físicas y las señales de hambre y saciedad. El mindful eating se centra en cultivar una relación saludable y equilibrada con la comida, alentando a las personas a comer con atención, respeto y gratitud por el proceso de nutrirse.

En el contexto de una enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en brote, el mindful eating puede tener beneficios tanto a nivel fisiológico como emocional:

Beneficios Fisiológicos:

  1. Mejora de la Digestión: Comer conscientemente puede ayudar a reducir el estrés alrededor de la comida y mejorar la digestión. El estrés puede tener un impacto negativo en la función digestiva, y al reducirlo a través de la práctica del mindful eating, es posible aliviar molestias digestivas.
  2. Mejor Absorción de Nutrientes: Al comer conscientemente, se puede prestar más atención a las señales de hambre y saciedad, lo que puede ayudar a evitar comer en exceso o demasiado rápido. Esto puede resultar en una mejor absorción de nutrientes y una digestión más efectiva.
  3. Identificación de Sensibilidades Alimentarias: Al estar plenamente consciente de cómo los alimentos afectan tu cuerpo, puedes notar con mayor facilidad si ciertos alimentos desencadenan síntomas de la EII o exacerbación de un brote. Esto puede ayudarte a identificar sensibilidades alimentarias y hacer ajustes en tu dieta.

Beneficios Emocionales:

  1. Reducción del Estrés: La práctica del mindful eating puede ayudar a reducir el estrés relacionado con la comida y la EII. El estrés puede exacerbar los síntomas y los brotes, por lo que reducirlo puede ser beneficioso para la gestión de la enfermedad.
  2. Mejor Relación con la Comida: El mindful eating fomenta una relación más saludable y equilibrada con la comida. Puede reducir la ansiedad y la culpa asociadas con ciertos alimentos, permitiéndote disfrutar de la comida sin preocupaciones excesivas.
  3. Conexión Mente-Cuerpo: Al prestar atención plena a las sensaciones físicas y emocionales relacionadas con la comida, puedes desarrollar una mayor conexión entre tu mente y tu cuerpo. Esto puede ayudarte a tomar decisiones alimentarias más informadas y respetuosas.
  4. Mayor Conciencia de las Señales Corporales: El mindful eating te permite sintonizar con las señales de hambre, saciedad y satisfacción de tu cuerpo. Esto puede ayudarte a evitar comer en exceso y a mantener un equilibrio más saludable en la ingesta de alimentos.

Practicar el mindful eating implica cultivar una atención plena y consciente durante el proceso de comer. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir para incorporar el mindful eating en tus comidas:

  1. Preparación Mental: Antes de comenzar a comer, tómate un momento para establecer una intención. Decide practicar el mindful eating y estar presente en cada bocado que tomes.
  2. Ambiente Tranquilo: Busca un lugar tranquilo y libre de distracciones para comer. Apaga la televisión, el teléfono y cualquier otra fuente de distracción.
  3. Observa tu Comida: Tómate un tiempo para observar tu comida. Observa los colores, las formas, las texturas y los aromas de los alimentos en tu plato.
  4. Agradecimiento: Tómate un momento para expresar gratitud por la comida que tienes ante ti. Aprecia el proceso de nutrición y cómo la comida te brinda energía y sustento.
  5. Come con Atención: Concéntrate en cada bocado que tomes. Mastica lentamente y saborea los sabores. Presta atención a cómo cambia la textura y el sabor a medida que masticas.
  6. Siente las Sensaciones Físicas: Observa las sensaciones físicas mientras comes. ¿Sientes hambre? ¿Sientes saciedad? Escucha las señales de tu cuerpo.
  7. No Juzgues: Evita juzgar los alimentos como «buenos» o «malos». En lugar de eso, observa cómo te hacen sentir y cómo afectan tu cuerpo.
  8. Pausas Conscientes: A medida que comes, toma pequeñas pausas conscientes. Coloca los cubiertos en el plato y observa cómo te sientes. ¿Sigues teniendo hambre? ¿Te sientes satisfecho?
  9. Escucha tu Cuerpo: A medida que te acercas a la saciedad, detente de comer. Escucha las señales de tu cuerpo que indican que has tenido suficiente.
  10. Disfruta el Momento: Disfruta de cada bocado y del proceso de comer. Mantén una actitud de aprecio y gratitud mientras comes.
  11. Reflexión Posterior: Después de comer, toma un momento para reflexionar sobre la experiencia. Observa cómo te sientes emocional y físicamente después de la comida.

Recuerda que la práctica del mindful eating no se trata de ser perfecto, sino de cultivar una mayor conciencia y conexión con tu comida y tu cuerpo. Puede llevar tiempo desarrollar esta habilidad, así que sé paciente contigo mismo. Puedes comenzar practicando el mindful eating en una comida al día y gradualmente aumentar la frecuencia. Con el tiempo, esta práctica puede ayudarte a desarrollar una relación más saludable y consciente con la comida, lo que puede ser especialmente beneficioso en el manejo de una enfermedad inflamatoria intestinal en brote.

Siguiendo estas indicaciones, el siguiente menú puede ser útil para guiarse a la hora de comer en la enfermedad intestinal. Es un menú guía, no una dieta que debe seguirse a rajatabla:

Lunas:

  • Desayuno: Batido de proteínas con avena, espinacas y plátano.
  • Almuerzo: Pechuga de pollo a la parrilla con puré de patatas y zanahorias cocidas.
  • Cena: Salmón al horno con brócoli al vapor y arroz blanco.

Martes:

  • Desayuno: Yogur griego sin azúcar con frutas frescas y nueces.
  • Almuerzo: Ensalada de atún con lechuga, tomate, pepino, aceitunas y aceite de oliva.
  • Cena: Tofu salteado con verduras mixtas y arroz integral.

Miércoles:

  • Desayuno: Tortilla de claras de huevo con espinacas y pimientos.
  • Almuerzo: Pavo desmenuzado en ensalada de espinacas con aguacate y vinagreta de limón.
  • Cena: Sopa de pollo con zanahorias, calabacín y fideos de arroz.

Jueves:

  • Desayuno: Avena cocida con frutas y almendras.
  • Almuerzo: Ensalada de garbanzos con vegetales mixtos, aceite de oliva y hierbas.
  • Cena: Sardinas a la parrilla con ensalada de col rizada y quinua.

viernes:

  • Desayuno: Batido de proteínas con plátano, espinacas y mantequilla de almendras.
  • Almuerzo: Pollo asado con batata al horno y espárragos.
  • Cena: Sopa de lentejas rojas con zanahorias y apio.

Sábado:

  • Desayuno: Tortilla de huevo con espinacas y champiñones.
  • Almuerzo: Ensalada de pollo con manzana, uvas, nueces y yogur griego.
  • Cena: Pescado blanco a la parrilla con calabacines y cuscús.

Domingo:

  • Desayuno: Avena cocida con frutos secos y miel.
  • Almuerzo: Sándwich de pavo con aguacate, espinacas y tomate en pan integral.
  • Cena: Tofu al curry con arroz integral

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