Consejos para brote de crohn

La Fibra en la Mira: ¿Un Agente Inflamatorio en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal?

Es fácil caer en la creencia popular de que la fibra es un santo grial para la salud intestinal. Sin embargo, en el contexto de enfermedades como la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), la realidad es mucho más compleja. Hoy quiero hablarles de un estudio que podría cambiar la forma en que abordamos la fibra en estos casos.

Un Giro Inesperado en la Investigación

Recientemente, un grupo de investigadores liderado por Armstrong et al. (2022) llevó a cabo un ensayo clínico aleatorizado que profundiza en el papel de la fibra en la EII. Este estudio se enfocó específicamente en las fibras de tipo β-fructanos, presentes en alimentos como el trigo y la cebada. Lo interesante es que estos investigadores encontraron que estas fibras inducen vías proinflamatorias y citoquinas inflamatorias en personas con enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa.

Metodología del Estudio

Los investigadores realizaron biopsias de cultivos endoscópicos en pacientes pediátricos con enfermedad de Crohn o Colitis Ulcerosa, ya sea en estado activo o en remisión. También obtuvieron cultivos de microbiota a partir de lavados intestinales, y los incubaron en una solución de oligofructosa durante 24 horas. Posteriormente, midieron los niveles de diversos marcadores inflamatorios, inmunitarios y metabolitos microbianos.

Detalles Cruciales

Se encontró que la sensibilidad a la fibra aumentó en pacientes con enfermedad activa en comparación con aquellos en remisión. Los niveles de citoquinas proinflamatorias como IL-1β, IL-23 e IL-5 se dispararon en las biopsias de pacientes con EII activa cuando se expusieron a fructooligosacáridos. Los datos metagenómicos indican que la función global del microbioma intestinal, más que la composición de la microbiota per se, predice la respuesta inflamatoria a los fructooligosacáridos.

¿Qué son IL-1β, IL-23 e IL-5 y su Rol en la EII?

Para entender las complejidades de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), es crucial hablar sobre ciertos marcadores inflamatorios, en específico, las Interleucinas (IL) IL-1β, IL-23 e IL-5.

Interleucina 1 Beta (IL-1β)

Es una citoquina proinflamatoria clave que desencadena la inflamación y estimula la respuesta inmune. Juega un papel crucial en el inicio y la progresión de la inflamación, lo cual es especialmente relevante en enfermedades como la EII.

Interleucina 23 (IL-23)

Esta citoquina ayuda a mantener la inflamación crónica al estimular las células inmunitarias para que produzcan más citoquinas proinflamatorias. En el contexto de la EII, elevados niveles de IL-23 podrían indicar un estado inflamatorio más severo.

Interleucina 5 (IL-5)

Está principalmente asociada con la activación de eosinófilos, un tipo de células del sistema inmunitario. Aunque su rol en la EII no está completamente claro, un aumento en los niveles de IL-5 podría indicar una mayor actividad del sistema inmunitario.

Relación con los Brotes de EII

En brotes de EII, las células del sistema inmunitario liberan mayores cantidades de estas citoquinas. La IL-1β y la IL-23 contribuyen al estado inflamatorio general, exacerbando la sintomatología y las complicaciones de la enfermedad. La IL-5, por su parte, indica una respuesta inmunitaria más específica, pero aún puede contribuir a la inflamación en el intestino.

Implicaciones para el Tratamiento

Estos resultados resaltan la necesidad de una aproximación personalizada en el tratamiento de la EII. En fases activas de la enfermedad, evitar alimentos ricos en fructooligosacáridos podría ser prudente, especialmente cuando se observan alteraciones en la función de la microbiota intestinal. Por otro lado, en fases de remisión, no sería necesario eliminar completamente estos compuestos, ya que la fibra fermentable tiene beneficios probióticos.

Conclusión

El hallazgo central aquí es que la fibra no es un «todo vale» en el tratamiento de la EII. En fases activas de la enfermedad, ciertos tipos de fibra pueden exacerbar la inflamación, mientras que en remisión podrían ser beneficiosas. Es imperativo que, en lugar de seguir recomendaciones dietéticas generalizadas, se opte por un enfoque más personalizado.

TemaDetalles
Tipo de ArtículoBlog sobre la relación entre fibra e inflamación en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII).
Fuente CientíficaArmstrong et al. 2022, ensayo clínico aleatorizado.
Fibras en Focoβ-fructanos (trigo, cebada).
MetodologíaBiopsias y cultivos endoscópicos, análisis de marcadores inflamatorios.
Hallazgos ClaveAumento de sensibilidad y niveles de IL-1β, IL-23 e IL-5 en EII activa.
Importancia del MicrobiomaLa función global del microbioma predice la respuesta inflamatoria, más que la composición de la microbiota.
Implicaciones PrácticasNecesidad de tratamiento personalizado en fases activas y de remisión de la EII.
Interleucinas (IL)IL-1β, IL-23 e IL-5 son citoquinas proinflamatorias.
Rol de IL en EIIIndicadores de inflamación y actividad inmunitaria durante brotes de EII.

Referencias:
Armstrong HK, Bording-Jorgensen M, Santer DM, Zhang Z, Valcheva R, Rieger AM, Sung-Ho Kim J, Dijk SI, Mahmood R, Ogungbola O, Jovel J, Moreau F, Gorman H, Dickner R, Jerasi J, Mander IK, Lafleur D, Cheng C, Petrova A, Jeanson T-L, Mason A, Sergi CM, Levine A, Chadee K, Armstrong D, Rauscher S, Bernstein CN, Carroll MW, Huynh HQ, Walter J, Madsen KL, Dieleman LA, Wine E, Unfermented β-fructan fibers fuel inflammation in select inflammatory bowel disease patients, Gastroenterology (2022), doi: https://doi.org/10.1053/j.gastro.2022.09.034.

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