Neurotransmisores en el origen de la enfermedad de crohn

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El intestino y los neurotransmisores están relacionados a través de una red compleja conocida como el intestino-cerebro. Esta conexión se basa en la comunicación bidireccional entre el sistema nervioso central (SNC), que incluye el cerebro, y el sistema nervioso entérico (SNE), que es el sistema nervioso del tracto intestino, además de su función principal en la digestión y absorción de nutrientes, también es nuestro «segundo cerebro» debido a su complejo sistema nervioso entérico y compleja red neuronal.

El SNE contiene una cantidad enorme de neuronas, conexiones neuronales y células que producen y liberan neurotransmisores. Estas células nerviosas se extienden a lo largo de todo el tracto gastrointestinal, desde el esófago hasta el recto.

Tengamos en cuenta que como especie desarrollamos antes el intestino que el cerebro, es más, como individuos, en el vientre materno e infancia, desarrollamos antes el intestino que el cerebro, por lo que es lógico desde el punto de vista evolutivo que las principales funciones neuronales y los principales neurotransmisores se generen en el tubo digestivo y estén relacionadas.

El intestino es un órgano crucial que se descompone y absorbe los nutrientes de los alimentos que se consumen, pero también tiene una extensa red de neuronas y neurotransmisores. Estos neurotransmisores, como la serotonina, la dopamina, la noradrenalina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA), son moléculas químicas que transmiten señales entre las células nerviosas y juegan un papel fundamental en la regulación de las funciones cerebrales y gastrointestinales.

La producción de neurotransmisores en el intestino está influenciada por múltiples factores, uno de los cuales es la microbiota intestinal. La microbiota intestinal no solo desempeña un papel importante en la digestión y el metabolismo, sino que también interactúa con el SNE influyendo en la producción y el equilibrio de neurotransmisores en el intestino.

Un neurotransmisor clave en el intestino y para la salud es la serotonina. Aunque se asocia frecuentemente con la regulación del estado de ánimo en el cerebro, aproximadamente el 95% de la serotonina total en el cuerpo se encuentra en el intestino. La serotonina intestinal desempeña un papel esencial en la regulación de la motilidad intestinal, la función del músculo liso, la percepción del dolor y la modulación del apetito. Cuando experimentamos espasmos en el intestino o movimientos poco naturales se debe a que hay una caída de esta serotonina ya sea por estrés sostenido, medicación o por mala nutrición.

La comunicación entre el intestino y el cerebro se lleva a cabo a través de múltiples vías. Pero la principal es mediante nervio vago, que conecta el cerebro con el intestino (y con el resto de órganos como pulmones, corazón, ojos…) transmitiendo información de forma bi-direccional. Además, los neurotransmisores producidos en el intestino envían señales al cerebro, influyendo en el estado emocional, el comportamiento y la cognición. Por ejemplo, la serotonina intestinal modula la producción de serotonina en el cerebro y afecta el estado de ánimo.

Neurotransmisores y funciones.

  1. Dopamina: Además de su papel en el sistema nervioso central, la dopamina también se produce en el intestino, donde desempeña diversas funciones, además, se ha vinculado la dopamina junto a la serotonina con el origen y evolución de la patología intestinal. Se ha demostrado que la dopamina intestinal regula la motilidad gastrointestinal, la secreción de ácido gástrico y la función inmunológica del intestino. Además, la dopamina influye en la comunicación entre el intestino y el cerebro, influenciando el estado de ánimo, la motivación y la conducta.
  2. Noradrenalina: La noradrenalina, también conocida como norepinefrina, es un neurotransmisor que juega un papel clave en la respuesta al estrés y la regulación del estado de ánimo. Además de ser producida en el cerebro, la noradrenalina también se produce en el intestino. En el tracto gastrointestinal, la noradrenalina participa en la regulación de la motilidad intestinal (cuando una situación emocionantes -buena o mala- se presenta, ese pellizco en el estómago es la noradrenalina quién la causa), el flujo sanguíneo y la función inmunológica. Se ha observado que la noradrenalina en el intestino influye en la comunicación con el sistema nervioso central.
  3. Ácido gamma-aminobutírico (GABA): El GABA es el principal inhibidor de neurotransmisores excitantes en el sistema nervioso central y también se produce en el intestino. El GABA desempeña un papel importante en la regulación de la motilidad intestinal, la sensibilidad visceral y la función inmunológica además de calmar la excitabilidad cerebral. Actúa como un regulador clave del tono muscular y la contracción en el tracto gastrointestinal, y puede tener efectos relajantes y antinociceptivos en el intestino.
  4. Péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP): El CGRP es un neuropéptido que se produce tanto en el sistema nervioso central como en el intestino. En el intestino, el CGRP está involucrado en la regulación de la motilidad intestinal, la secreción de líquidos, la sensibilidad visceral y la función inmunológica. Además, se ha demostrado que el CGRP en el intestino juega un papel en la modulación de la inflamación y la respuesta al dolor visceral.
  5. Neurotensina: La neurotensina es un neuropéptido producido en el intestino que tiene múltiples funciones en el sistema gastrointestinal. Se ha encontrado que la neurotensina regula la motilidad intestinal, la secreción de ácido gástrico, la liberación de otros neurotransmisores y la respuesta inflamatoria en el intestino. También influye en la regulación del apetito y la función inmunológica del tracto gastrointestinal.

Se ha demostrado que los desequilibrios en los neurotransmisores intestinales están asociados con diversos trastornos gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable (SII) y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Además, se ha encontrado una relación entre la disfunción del eje intestino-cerebro y enfermedades neuropsiquiátricas, como la depresión, la ansiedad y la enfermedad de Parkinson.

Profundizando en la conexión intestino cerebro:

El eje intestino-cerebro, es un sistema de comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro. Consiste en la interacción entre el sistema nervioso entérico (SNE), que es el sistema nervioso del tracto gastrointestinal, y el sistema nervioso central (SNC), que incluye el cerebro y la médula espinal.

Este eje de comunicación entre el intestino y el cerebro es esencial para mantener el equilibrio y la homeostasis en el organismo. Aunque se percibió que el cerebro controlaba principalmente las funciones gastrointestinales, se ha descubierto que la comunicación y la influencia van en ambas direcciones, con el intestino teniendo un papel activo en la regulación del cerebro y el estado de ánimo.

La comunicación en el eje intestino-cerebro se realiza a través de múltiples vías, incluyendo:

  1. Vía nerviosa: El nervio vago es la principal vía nerviosa que conecta el intestino con el cerebro. Esta vía transmite señales sensoriales y motoras entre ambos, permitiendo la comunicación bidireccional. A través del nervio vago, las señales pueden viajar desde el intestino hacia el cerebro y viceversa. Debo destacar que este nervio conecta todos los órganos entre sí, por lo que se explica como una emoción afecta a diferentes órganos de una misma forma.
  2. Vía hormonal: El intestino produce una variedad de hormonas que influyen en el funcionamiento cerebral y la regulación del apetito, la saciedad y otros procesos metabólicos. Por ejemplo, la grelina, conocida como la «hormona del hambre», se produce en el intestino y puede afectar las señales de saciedad y apetito en el cerebro. Otra hormona que comunica el intestino y cerebro y que está relacionada con la alimentación es la leptina.

La leptina es una hormona producida principalmente por las células grasas (adipocitos) que también es segregada por el estómago  y juega un papel fundamental en la regulación del peso corporal y el metabolismo. Su función principal es actuar como un regulador del apetito y la saciedad, es decir, controla la sensación de hambre y ayuda a mantener un equilibrio energético adecuado. Esto es importante pues es una muestra de como la nutrición, el cerebro y el sistema inmune están estrechamente relacionados. De esto hablaremos en otro podcast en profundidad.

  1. Vía inmunológica: El sistema inmunológico del intestino también envían señales al cerebro a través de la liberación de citocinas y otras moléculas inflamatorias. Estas señales afectan a la función cerebral y el estado de ánimo, ya que la inflamación crónica en el intestino se ha asociado con trastornos neuropsiquiátricos como la depresión y la ansiedad.

Estas señales inflamatorias son usadas por el cerebro para que envíe las órdenes oportunas para contrarrestar la inflamación y es que la inflamación en si misma no es mala ni peligrosa, es solo una forma que tiene el organismo de saber que algo no va bien y es necesario llevar a cabo procesos antiinflamatorios. EL problema es cuando los procesos antiinflamatorios no se llevan a cabo por estrés sostenido, mala nutrición etc (de esto habrá pronto un podcast muy interesante que te aconsejo ver y oír con atención)

Cómo regular los neurotransmisores:

  1. Estilo de vida saludable: Adoptar un estilo de vida saludable es fundamental para el equilibrio de los neurotransmisores. Una alimentación balanceada y variada puede proporcionar los nutrientes necesarios para la producción y función adecuada de los neurotransmisores. Es importante incluir alimentos ricos en proteínas, como carne magra, pescado, legumbres y productos lácteos, ya que contienen restos necesarios para la síntesis de neurotransmisores. Asimismo, consuma frutas, verduras y granos integrales que aporten vitaminas y minerales esenciales para el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
  2. Actividad física: El ejercicio regular y la actividad física tienen efectos positivos en la regulación de los neurotransmisores. Durante el ejercicio aeróbico, se produce una mayor liberación de neurotransmisores como la serotonina, dopamina y endorfinas, que están asociados con la mejora del estado de ánimo y la reducción del estrés. Se recomienda realizar ejercicio físico moderado a vigoroso de forma regular, como caminar, correr, nadar o practicar deportes, de acuerdo a las individuales y bajo la supervisión adecuada.
  3. Gestión del estrés: El estrés crónico puede afectar negativamente la producción y el equilibrio de los neurotransmisores. La adopción de técnicas de manejo del estrés puede ser beneficiosa. La meditación, la respiración profunda, el yoga y la práctica de técnicas de relajación pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y promover un equilibrio neurotransmisor saludable. Asimismo, identificar y abordar las fuentes de estrés en la vida cotidiana puede ser útil para minimizar su impacto en el equilibrio de los neurotransmisores.
  4. Sueño adecuado: El sueño insuficiente o de mala calidad puede afectar los niveles de neurotransmisores y su equilibrio en el cerebro. Es importante establecer una rutina de sueño regular y asegurar de dormir la cantidad adecuada de horas según las necesidades individuales. Mantener un ambiente propicio para el descanso, limitar la exposición a dispositivos electrónicos antes de dormir y promover hábitos saludables de sueño puede favorecer un equilibrio adecuado de los neurotransmisores.
  5. Alimentación equilibrada: Una alimentación equilibrada y nutritiva es fundamental para proporcionar los precursores necesarios para la producción de neurotransmisores. Algunos nutrientes clave incluyen aminoácidos como el triptófano y la tirosina, necesarios para la síntesis de serotonina y dopamina respectivamente. Incluir fuentes de triptófano, como pollo, pavo, huevos, nueces y semillas, y fuentes de tirosina, como pescado, aves de corral, lácteos y legumbres, puede ayudar a mantener un equilibrio adecuado de neurotransmisores. Asimismo, asegúrese de consumir una variedad de frutas, verduras y granos enteros fortaleciendo vitaminas y minerales esenciales para el funcionamiento óptimo del sistema nervioso.
  6. Exposición a la luz solar: La luz solar es una fuente natural de vitamina D, que está involucrada en la regulación de varios neurotransmisores, incluida la serotonina. La exposición adecuada a la luz solar, especialmente en las primeras horas del día, puede ayudar a aumentar los niveles de serotonina y mejorar el estado de ánimo. Pasar tiempo al aire libre, realizar actividades al aire libre y asegurarse de recibir suficiente luz solar pueden ser beneficiosos para mantener un equilibrio saludable de neurotransmisores.
  7. Actividades al aire libre: Pasar tiempo en la naturaleza y realizar actividades al aire libre puede tener un impacto positivo en el equilibrio de los neurotransmisores. La conexión con la naturaleza, como caminar en el bosque, disfrutar de paisajes naturales o participar en actividades al aire libre, se ha asociado con una reducción del estrés, una mejora del estado de ánimo y un aumento de los niveles de serotonina y dopamina. La combinación de la actividad física, la exposición a la naturaleza y la conexión con el entorno natural pueden ayudar a regular los neurotransmisores de manera favorable.
  8. Contacto con la biodiversidad: La exposición a una variedad de elementos de la naturaleza, como plantas, árboles y microorganismos, puede tener efectos beneficiosos en el equilibrio de los neurotransmisores. Los estudios han sugerido que la exposición a la biodiversidad, tanto a nivel micro como macro, puede influir en la diversidad microbiana intestinal y promover una microbiota saludable. Dado que la microbiota intestinal está implicada en la producción y regulación de neurotransmisores, una mayor diversidad microbiana puede ser beneficiosa para el equilibrio de los neurotransmisores y la salud general.
  9. Relajación y reducción del estrés: La naturaleza ofrece un entorno tranquilo y relajante que puede ayudar a reducir el estrés y promover la relajación. La exposición a entornos naturales, como parques, jardines o áreas rurales, puede reducir los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés, y promover una respuesta de relajación. La reducción del estrés está relacionada con la regulación de los neurotransmisores, como la disminución de la liberación de noradrenalina y la mejora de la función del sistema nervioso parasimpático.


Aquí tienes el cuadro resumiendo la conversación sobre las conexiones neuronales del intestino:

TemaPuntos Clave
Sistema Nervioso Entérico (SNE)– Red compleja de neuronas en el tracto gastrointestinal.
– Funciona de manera autónoma.
Capas del SNE– Capa muscular externa: controla el peristaltismo y movimiento de alimentos.
– Capa submucosa: regula la secreción de fluidos y la absorción de nutrientes.
Funciones del SNE– Regula y controla funciones digestivas.
– Coordinar la secreción de enzimas, absorción de nutrientes y eliminación de desechos.
Autonomía del SNE– Puede recibir y enviar señales nerviosas independientemente del cerebro central.
ejemplo– Cuando comemos, el SNE coordina funciones digestivas sin intervención consciente.
Comunicación Intestino-Cerebro (eje intestino-cerebro)– El SNE se comunica bidireccionalmente con el cerebro central.
– Puede influir en el estado de animo, emociones y comportamiento.
Implicaciones en la Salud– Relacionado con síndrome del intestino irritable, enfermedades inflamatorias del intestino y trastornos neuropsiquiátricos.

Aquí tienes un cuadro que explica la función de cada neurotransmisor:

neurotransmisorFunción
acetilcolina– Transmite señales entre las neuronas y las células musculares, lo que lo convierte en un neurotransmisor clave en el sistema nervioso periférico y en el sistema nervioso entérico.
– En el sistema nervioso central, está involucrado en funciones como la memoria, la atención y el aprendizaje.
Serotonina– Regula el estado de ánimo, la ansiedad y el sueño, desempeñando un papel importante en la regulación del bienestar emocional.
– Contribuye a la regulación del apetito y la saciedad.
– Participa en la regulación de la percepción del dolor y la motilidad intestinal.
dopamina– Juega un papel esencial en el sistema de recompensa del cerebro, asociado con la motivación, el placer y la adicción.
– Regula el movimiento y la coordinación muscular en el sistema nervioso central.
– Está involucrada en procesos cognitivos como la atención y la memoria de trabajo.
GABA– Es un inhibidor de neurotransmisor que ayuda a reducir la excitabilidad neuronal ya calmar la actividad cerebral.
– Contribuye a la regulación del estrés y la ansiedad.
– Desarrolla un papel esencial en la relajacion muscular en el sistema nervioso central.
glutamato– Es el principal neurotransmisor excitador en el cerebro y juega un papel crucial en la transmisión rápida de señales entre las neuronas.
– Es fundamental en el aprendizaje y la memoria, y también está involucrado en la percepción del dolor.
– Participa en el desarrollo y plasticidad cerebral, esencial para el funcionamiento adecuado del sistema nervioso.
norepinefrina– Prepare al cuerpo para situaciones de estrés al aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
– Regula el estado de ánimo y el nivel de alerta.
– Juega un papel en la consolidación de la memoria.
Endorfinas– Actúan como analgésicos naturales, reducen la percepción del dolor.
– Generan sensaciones de placer y bienestar, produciendo una sensación de euforia y alivio después de situaciones estresantes o dolorosas.
– Se liberan en respuesta al ejercicio físico intenso, la risa y otros estímulos positivos.

Aquí tienes un cuadro que muestra cómo afecta cada neurotransmisor a la conducta y comportamiento:

neurotransmisorFunciones en el Comportamiento
acetilcolina– Memoria y Aprendizaje: Participa en la formación y consolidación de recuerdos.
– Coordinación Motora: Regula la contracción muscular, influenciando el movimiento y la coordinación.
– Atención y Alerta: En el sistema nervioso central, está relacionado con la atención y el estado de alerta.
Serotonina– Regulación Emocional: Contribuye al estado de ánimo, la ansiedad y la depresión.
– Sueño: Influye en la regulación del ciclo del sueño y la vigilia.
– Apetito: Participa en la regulación del apetito y la saciedad.
dopamina– Sistema de Recompensa: Juega un papel en la sensación de placer y recompensa, así como en la motivación y adicciones.
– Movimiento y Coordinación: Regula el movimiento y la coordinación muscular.
– Funciones Cognitivas: Participa en procesos cognitivos como la atención, la memoria de trabajo y la toma de decisiones.
GABA– Calma y Relajación: Es un neurotransmisor inhibidor que reduce la excitabilidad neuronal, contribuyendo a la relajación y reduciendo la ansiedad.
– Control del Estrés: Ayuda a regular la respuesta al estrés y la ansiedad.
glutamato– Aprendizaje y Memoria: Es fundamental para el aprendizaje y la memoria, facilitando la transmisión rápida de señales entre las neuronas.
– Percepción del Dolor: Participa en la transmisión de señales dolorosas en el sistema nervioso.
norepinefrina– Respuesta al Estrés: Prepare al cuerpo para situaciones de estrés al aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
– Estado de Ánimo y Alerta: Regula el estado de ánimo y el nivel de alerta.
– Consolidación de la Memoria: Participa en la consolidación de la memoria y el aprendizaje emocional.
Endorfinas– Analgesia Natural: Actúan como analgésicos naturales, reducen la percepción del dolor.
– Sensación de Bienestar: Generan sensaciones de placer y bienestar produciendo, una sensación de euforia y alivio después de situaciones estresantes o dolorosas.
– Respuesta a Estímulos Positivos: Se liberan en respuesta al ejercicio físico intenso, la risa y otros estímulos positivos, contribuyendo a una sensación de satisfacción.

Aquí tienes un cuadro que muestra la relación de cada neurotransmisor con emociones concretas:

neurotransmisoremociones concretas
acetilcolina– Felicidad y Placer: La liberación adecuada de acetilcolina se asocia con emociones positivas y la sensación de placer.
– Atención y Concentración: Contribuye a la capacidad de tomar y prestar atención a las tareas.
Serotonina– Bienestar y Felicidad: La serotonina es conocida como el «neurotransmisor de la felicidad» y se relaciona con una sensación general de bienestar y satisfacción.
– Ansiedad y Depresión: Los niveles bajos de serotonina pueden estar asociados con trastornos de ansiedad y depresión.
dopamina– Placer y Recompensa: Juega un papel en la sensación de placer y recompensa, relacionándose con la búsqueda de recompensas y experiencias placenteras.
– Motivación y Deseo: La dopamina está involucrada en la motivación para buscar objetivos y alcanzar metas.
GABA– Calma y Relajación: El GABA tiene un efecto inhibidor en el sistema nervioso y está relacionado con la sensación de calma y relajación.
– Reducción de la Ansiedad: Contribuye a reducir la ansiedad y el estrés, ayudando a mantener un estado emocional más equilibrado.
glutamato– Excitación y Alerta: El glutamato es un neurotransmisor excitador y se relaciona con la excitación y la alerta mental.
– Aprendizaje y Memoria: Juega un papel fundamental en el aprendizaje y la memoria, facilitando la transmisión rápida de información entre las neuronas.
norepinefrina– Respuesta al Estrés: Está involucrada en la respuesta al estrés y situaciones de peligro, preparando al cuerpo para la acción (lucha o huida).
– Vigilancia y Alerta: Contribuye a mantener el estado de alerta y vigilancia, favoreciendo la capacidad de reaccionar rápidamente ante situaciones amenazantes.
Endorfinas– Euforia y Bienestar: La liberación de endorfinas puede producir una sensación de euforia y bienestar, especialmente después de situaciones placenteras o dolorosas.
– Reducción del Dolor: Actúan como analgésicos naturales, reducen la percepción del dolor y promueven sensaciones de alivio y relajación.

Evidencia cietífica:

https://www.uss.cl/noticias/enfermedad-de-crohn-colitis-ulcerosa/

https://www.europapress.es/ciencia/laboratorio/noticia-bacterias-intestinales-producen-neurotransmisores-podrian-ser-claves-enfermedad-crohn-20120617194850.html

Investigación chilena revela mecanismo clave en el origen de la Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa
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