BROTE. La palabra que nadie con estas enfermedades quiere escuchar. Estás en brote, perder peso, diarrea, dolor, miedo, incertidumbre… Afortunadamente existen formas de evitarlo y de remediarlo si se llega al brote.
consejos en situación de brote:
Priorizar la facilidad digestiva.
En una situación de brote, lo más importante es priorizar la facilidad digestiva, la absorción nutricional y la hidratación, así como la retención fecal sin llegar a producir un estreñimiento.
Alimentos en purés como patata, zanahoria, batata o calabaza ayudarán a reducir el estrés digestivo. Además, debido a su formato en puré, tienden a absorber el agua intestinal y a espesarse en el tracto digestivo, ayudando a contener la diarrea y mejoran la situación de brote.
Los batidos de proteínas son una comida líquida, aporta una gran cantidad de proteína sin prácticamente nada de estrés digestivo. A la hora de consumir una proteína animal es necesario hacer un proceso de digestión muy complejo donde se descompone el alimento, se separa la proteína de los alimentos y la proteína se separa en sus aminoácidos, pues en el caso de la proteína en polvo no es necesario separarla de nada, pues ya viene libre. Esto reduce el estrés digestivo casi en su totalidad. 40 gramos cada batido
Lo ideal son proteínas aisladas (que no tienen lactosa) o hidrolizadas (que están pre digeridas)
En las situaciones de brote grave se usarán aminoácidos libres, que aunque no son una comida como la proteína en polvo, si aportan los aminoácidos que construyen las estructuras del organismo, ayudando además a mejorar la retención hídrica
Es importante aportar carbos de fácil digestión para tener energía ante la demanda energética que supone la situación de brote que además nos hace perder una gran cantidad de peso. Sin embargo, en brote es complicado digerir debidamente los carbos, por lo que haremos lo mismo que con las proteínas y los aportaremos de forma líquida. Para esto tenemos varias opciones:
Harina de avena para batidos. Nos aporta avena con todos sus beneficios(proteínas, omega-3, calcio y fibra soluble, además de HC). Además, la harina de avena (y la avena en general de la cual te hablaré más adelante) aporta fibra soluble que se espesa en el intestino y absorbe el agua, reduciendo la velocidad a la que pasan las heces (y se pueden hacer recetas que tendrás más abajo).
Estando en harina es más digestiva, ya sea en batidos o en tortitas o cualquiera de las otras recetas que tienes abajo. En copos es muy digestiva, pero en estado de brote puede no digerirse debidamente
Amilopectina. Se trata de un carbohidrato de alto valor biológico. Apenas requiere digestión, puesto que se encuentra separado del alimento del que procede (maíz o patata, aconsejo de patata), por lo que sin estrés digestivo nos aporta calorías y ayuda a la retención hídrica por parte de las células e intestino
En lo referente a las comidas sólidas, lo más indicado es el huevo (tortilla o a la plancha).
Los quesos cottage son muy digestivos, perfectos para brote.
El arroz es un gran alimento, perfecto para brote, que puede consumirse en papillas también.
El aguacate aporta grasa saludable que mejora la función de la mitocondria, muy útil en estas situaciones de brote, así como el huevo ya mencionado
En situación de brote lo ideal es seguir una dieta cetogénica que priorice las grasas con efecto antiinflamatorio
Lista de los mejores alimentos altos en grasa:
Aceite de oliva virgen extra
Aguacate
Aceitunas
Cacahuete (mejor en crema que no sea cruchy, y aun así precaución, puede generar una leve oclusión). Los frutos secos en general son altos en grasas y de gran valor nutricional, pero pueden generar oclusión
Huevos
Ayunos:
El ayuno intermitente posee beneficios a nivel celular e inflamatorio. Se suele hacer para perder peso, pero no es en absoluto cierto que el ayuno ayude a perder peso, esto lo hace la restricción calórica mantenida en el tiempo, por lo que no debes preocuparte por perder peso en brote haciendo ayunos.
El ayuno estimula la flexibilidad metabólica para que mejore el funcionamiento de a mitocondria. Esto es sumamente importante puesto que, cuando la mitocondria no funciona de forma adecuada, se genera una oxidación de esta mitocondria. La función mitocondrial es la de producir energía. Esta energía se lleva a cabo mediante la oxidación de las grasas y el uso de oxígeno, no obstante cuando la mitocondria no funciona debidamente debido a sedentarismo y nutrición alta en hidratos que generan una caída de la flexibilidad metabólica, esta mitocondria deja libre radicales libres que la oxidan junto a otras células.
El ayuno permite a la mitocondria usar la grasa como energía para mejorar su funcionamiento metabólico y así mejorar la salud celular.
¿Cómo y cuando hacer los ayunos?
En estado de brote haremos primero un ayuno de 24 horas para que el organismo pueda relajar el estrés digestivo que le supone esa situación. Ten en cuenta que si hay un brote, el cuerpo no tiene apenas capacidad digestiva, por lo tanto, meterle alimentos en brote va a aumentar la diarrea al obligar al cuerpo a expulsar algo que no puede asimilar.
En estas primeras 24 horas de ayuno nos centraremos en la hidratación aportando electrolitos y aminoácidos esenciales para evitar una deshidratación grave.
Romperemos el ayuno con una comida tipo puré o papilla para evitar meter una comida muy estresante. Nos centraremos en conocer que señales nos manda nuestro cuerpo, la calidad de la digestión aplicando técnicas de mindfullheating. De esta forma podremos saber que comida meter a continuación, aunque recomiendo alternar entre semisólida, líquida y sólida, tipo huevos o tortillas, avenas y purés, haciendo un ayuno de 16 horas los primeros 3 días tras hacer el ayuno de 24 horas, para luego pasar a hacer ayunos de 12 horas.
Protocolo de ayunos:
24 horas. Electrolitos y aminoácidos.
16 horas durante 3 días. Alternar entre semisólida, líquida y sólida, tipo huevos o tortillas, avenas y purés
Pasados los 3 días de ayunos de 16 horas meteremos ayunos de 12 horas y seguiremos con el plan nutricional basado en alternar entre semisólida, líquida y sólida, tipo huevos o tortillas, avenas y purés durante otros 4 días.
Es necesario tener en cuenta que un brote es resultado de no un solo desencadenante, sino de varios factores que, sumados, generan una alteración del sistema nervioso que desencadena una serie de procesos los cuales terminan en brote. Pero siempre hay un factor determinante, la gestión emocional.
Lo primero es saber que el sistema inmune y el cerebro se conectan mediante en nervio vago, por lo que es importante no solo saber comer en el brote, es más importante conocer la causa del brote. Para ello en este módulo vamos a aprender
- Saber qué creencias están implicadas en el brote
Las creencias están presentes en todo lo que hacemos. Henrry Ford dijo “Tanto si crees que puedes hacerlo como si crees que no, estás en lo cierto”. Las personas con una enfermedad crónica tienden a creer que son simplemente enfermos, que no pueden hacer más de lo que los médicos le han dicho que hagan y se encierran en una burbuja que les esclaviza. Esto genera una constante sensación de culpa, mala autoimagen, sedentarismo, ansiedad, malos hábitos… En este módulo aprenderemos a identificar esas creencias y a cambiarlas por creencias más capacitadoras que nos ayuden
- Saber qué pensamientos tenemos antes del brote
En este módulo aprenderemos que los pensamientos que tenemos están relacionados directamente en las emociones que tenemos. Aprenderemos a identificar que pensamientos negativos tenemos y en qué momento se producen para poder cambiarlos por pensamientos más productivos. Dejaremos de lado ese mito de piensa positivo pare centrarnos más en piensa productivo
- Saber que emociones están implicadas en el brote.
En esta primera parte aprenderemos cuáles son las emociones que ocurren antes del brote. Aprenderemos a identificar cuando se produce la emoción y a no interpretarla de forma negativa, pues cada emoción tiene una función adaptativa y querer huir de ella es lo que genera la ansiedad. Aprenderemos que la ansiedad es opcional, mientras que el estrés es necesario para adaptarnos. Aprenderemos a reinterpretar las emociones
- Saber qué hábitos están implicados en el brote
Los hábitos son comportamientos que hacemos de forma automática para que nuestro cerebro ahorre energía. Son conexiones neuronales y neuromusculares que facilitan el ahorro energético. El problema es que muchos hábitos son fruto de la falta de gestión emocional y son de ataque o huida, no suelen ser hábitos que nos permitan tener una mejor. En ese módulo aprenderemos a identificar esos hábitos para cambiarlos por hábitos más saludables.
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