
Alimentos depurativos y Crohn/colitis: el timo disfrazado de salud
¿De verdad necesitas desintoxicarte?
Últimamente parece que todo el mundo necesita «desintoxicarse». Después de un finde de excesos, de una mala racha o simplemente porque Instagram dice que “limpiar el cuerpo” es lo último en salud, alimentos detox y enfermedad inflamatoria intestinal. Y claro, si tienes una enfermedad inflamatoria intestinal, como Crohn o colitis, más aún. Porque uno busca sentirse mejor como sea.
Y ahí aparece la promesa fácil: los alimentos depurativos y Crohn/colitis en la misma frase. Como si existiera una ensalada o un batido capaz de hacer que tu intestino se reinicie como un router.
La realidad, y siento si destruyo ilusiones, es que ese discurso es más marketing que fisiología. Comer apio no te desintoxica. Ni el jengibre, ni el carbón activado, ni una semana a base de zumos verdes. Lo que sí puede ayudarte, y te lo voy a contar paso a paso, es entender cómo tu cuerpo ya sabe depurarse… si le das lo que necesita. Y no, no es una espirulina a las 7 de la mañana.
¿Qué es eso de “detox”? ¿Y qué tiene que ver con tu EII? Antes de seguir, aclaremos un punto importante: ¿qué demonios significa “alimentos detox y enfermedad inflamatoria intestinal”?
En su versión seria, la palabra desintoxicación hace referencia a un proceso médico real, como cuando alguien ha sufrido una intoxicación por drogas o metales pesados y necesita tratamiento hospitalario. Pero en su versión comercial… es otra historia.
El “detox” que te venden no tiene nada que ver con medicina ni con fisiología. Te hablan de toxinas como si fueran una niebla malvada que flota por tu cuerpo, sin decirte nunca cuáles son, dónde están ni cómo se miden. Te dicen que los alimentos depurativos lo solucionan todo. Pero si tienes enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, meter ciertos “alimentos detox” puede incluso complicarte la digestión.
Y ahí está el problema: cuando se vinculan alimentos depurativos y Crohn/colitis sin contexto, se crea una falsa esperanza con los alimentos detox y enfermedad inflamatoria intestinal. Porque una cosa es cuidarse, y otra muy distinta, pretender que un batido de pepino y perejil te va a curar un intestino inflamado.
Spoiler: no lo hará. Y en algunos casos, puede incluso irritarlo más.
¿Sabías que tu cuerpo ya tiene su sistema de detox natural?
Esta es la parte que no sale en los anuncios de tés milagrosos ni en los reels de zumos verdes. La realidad es que tu cuerpo ya tiene su propio sistema de desintoxicación, y además, funciona las 24 horas del día, sin pedirte permiso.
El hígado es el jefe de este proceso. Filtra, transforma y neutraliza sustancias que podrían ser dañinas. Los riñones se encargan de eliminarlas por la orina. El intestino recoge lo que no sirve y lo expulsa. Los pulmones eliminan gases tóxicos, y la piel, aunque en menor medida, también ayuda a través del sudor. Todo eso sin que tengas que beber agua con limón en ayunas.
Si tienes enfermedad inflamatoria intestinal, tu foco no deberían ser los alimentos depurativos y Crohn/colitis en el mismo pack comercializado, sino apoyar lo que tu cuerpo ya hace por sí solo. Porque cuando cuidas tus órganos con descanso, comida real, hidratación, buen sueño y manejo del estrés, ellos hacen su trabajo de forma mucho más eficiente que cualquier “plan detox”.
No necesitas productos que prometen limpiar. Necesitas dejar de ensuciar tanto. Y eso, aunque no se venda en tarros con etiquetas verdes, es lo que verdaderamente ayuda.
El problema de los “alimentos detox y enfermedad inflamatoria intestinal” cuando tienes Crohn o colitis
Aquí viene la parte menos popular pero más importante: no todos los alimentos con fama “detox” son adecuados para un intestino inflamado. De hecho, muchos de los que se promocionan como imprescindibles para depurar el cuerpo pueden empeorar tus síntomas si tienes EII.
Vamos con ejemplos reales. El apio, el brócoli crudo, las semillas de chía, la espirulina, el ajo en ayunas, los batidos con mucha fibra insoluble… todos estos son considerados “alimentos depurativos” en la narrativa comercial. Pero si los unes a Crohn o colitis, muchas veces lo que provocan es lo contrario: más gases, más dolor, más urgencia, más inflamación.
El problema es pensar que si algo es “sano para todos”, también lo es para ti. Y no. En EII, la tolerancia lo es todo. Por eso, cuando escuches hablar de alimentos depurativos y Crohn/colitis, haz un filtro personal: ¿me sienta bien?, ¿me relaja el intestino?, ¿me inflama menos o me provoca una tormenta?
Además, algunos “detox” famosos como el carbón activado no solo son inútiles en este contexto, sino que pueden ser peligrosos si interfieren con tu medicación o con la absorción de nutrientes. Así que no, tomar carbón activado no es como borrar con goma lo que comiste el fin de semana. Es como usar una lija en un intestino ya dañado.
Así que antes de seguir ese plan de “limpieza profunda”, pregúntate: ¿estás limpiando… o estás arrasando?
¿Entonces qué pasa con todo ese marketing “saludable” de los alimentos detox y enfermedad inflamatoria intestinal?
Es fácil caer en la trampa. Las etiquetas verdes, los nombres en inglés, las fotos de influencers bebiendo batidos con pajita metálica mientras sonríen como si se acabaran de iluminar por dentro. Pero vamos al grano: todo ese universo “detox” es puro marketing.
Y sí, también afecta a las personas con EII. Cuando te encuentras mal, cuando te sientes inflamado, cansado, frustrado, es normal buscar soluciones rápidas. Es entonces cuando aparecen artículos y vídeos recomendando alimentos depurativos y Crohn/colitis como si fueran la combinación perfecta. Pero no lo son.
Lo que hay detrás no es ciencia, es negocio. Te venden productos caros, planes restrictivos y promesas de “resetear tu cuerpo” que suenan bien… pero no tienen base fisiológica. Te hacen sentir que necesitas “limpiarte” porque comiste mal o tuviste un brote, y ahí entra la culpa. Esa emoción es oro para el marketing.
Además, en el caso de Crohn y colitis, este tipo de productos pueden dar una falsa sensación de control: como si por tomarte un zumo de apio ya pudieras equilibrar tu sistema inmunológico. Y lo cierto es que no. Si de verdad quieres mejorar tu salud intestinal, tendrás que mirar más allá del envoltorio bonito y volver a lo básico: hábitos sostenibles, nutrición individualizada y sentido común.
La salud no se vende por botellas. Se construye día a día.
El verdadero “detox” si tienes EII: cuida lo básico
Vale, ya hemos dejado claro que los alimentos depurativos no son la varita mágica que prometen. Pero entonces, ¿qué sí puedes hacer si tienes Crohn o colitis y sientes que necesitas un respiro, un reinicio, una “limpieza” de verdad?
Aquí va la verdad incómoda: el detox real no está en un alimento, sino en tus hábitos.
Si hablamos de alimentos depurativos y Crohn/colitis en términos útiles, lo más parecido sería una alimentación suave, con ingredientes que tu intestino tolere bien, ricos en fibra soluble (si no estás en brote), con buena hidratación, sin procesados, sin azúcares añadidos y sin castigar el cuerpo con exceso de volumen digestivo.
Pero, sobre todo, el auténtico “plan detox” es este:
- Dormir bien, para que el hígado y el intestino regeneren.
- Comer con calma, sin ansiedad ni atracones de culpa.
- Evitar lo que sabes que te inflama, incluso si está de moda.
- Hacer ejercicio moderado, que mueva tu sistema linfático.
- Beber agua suficiente, sin obsesiones.
- Y, muy importante: gestionar el estrés, porque eso sí que intoxica y no se arregla con una infusión de diente de león.
En resumen, si quieres limpiar tu cuerpo, empieza por dejar de ensuciarlo cada día. Y eso, amigo, no lo consigue un zumo, lo consigue tu constancia.
Conclusión: depura tu vida, no tu intestino
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Podemos repetirlo una vez más, porque vale la pena: los alimentos depurativos y Crohn/colitis no son una combinación mágica, ni científica, ni útil si lo que buscas es salud real.
No necesitas jugos con nombres en inglés, ni tés que prometen “limpiar el colon”, ni superalimentos que vienen de la otra punta del planeta. Necesitas descanso, rutina, alimentos que tu cuerpo tolere y un poco de sentido común en mitad del ruido nutricional.
Porque el detox que sirve no es el que te venden en tarros, sino el que tú construyes:
- Detox de estrés.
- Detox de culpa.
- Detox de autoexigencia.
- Detox de modas absurdas.
- Y sí, detox de marketing disfrazado de salud.
Así que la próxima vez que veas esa palabra en mayúsculas y colores verdes brillantes, recuerda: tu cuerpo no necesita que lo salves, necesita que lo respetes.
Y si de verdad quieres depurar algo… empieza por las creencias que te hacen pensar que estás roto y que necesitas arreglarte a base de batidos. Porque tú, con Crohn o colitis, no estás roto. Solo necesitas lo que todos necesitamos: verdad, calma y buenos hábitos.
EVIDENCIA CIENTÍFICA: LOS MITOS DEL DETOX Y EL ROL REAL DE LOS ÓRGANOS DEPURATIVOS
1. El cuerpo ya tiene un sistema de detoxificación eficiente
Fuente: National Center for Complementary and Integrative Health (NCCIH) – NIH
https://www.nccih.nih.gov/health/detoxes-and-cleanses-what-you-need-to-know
«No hay evidencia convincente de que los programas detox eliminen toxinas del cuerpo. El hígado, los riñones y el sistema gastrointestinal ya eliminan la mayoría de las toxinas de manera natural y efectiva.»
2. No hay respaldo para los suplementos o dietas detox
Estudio: Klein AV, Kiat H. (2015). Detox diets for toxin elimination and weight management: a critical review of the evidence.
Revista: Journal of Human Nutrition and Dietetics
https://doi.org/10.1111/jhn.12286
«No existen ensayos clínicos rigurosos que respalden la eficacia de las dietas detox. En algunos casos, pueden ser riesgosas y conllevar efectos adversos como diarrea, deshidratación y desequilibrio electrolítico.»
3. Evidencia en EII: el intestino necesita tolerancia, no agresiones
Fuente: Sartor RB. (2006). Mechanisms of disease: pathogenesis of Crohn’s disease and ulcerative colitis.
Revista: Nature Clinical Practice Gastroenterology & Hepatology
https://doi.org/10.1038/ncpgasthep0528
«La integridad de la mucosa intestinal es clave. En pacientes con EII, las intervenciones dietéticas deben centrarse en la tolerancia y la reducción de la inflamación, no en la estimulación excesiva del tracto digestivo.»
4. El uso de batidos verdes, fibras o laxantes puede ser contraproducente
Fuente: Halmos EP et al. (2014). A diet low in FODMAPs reduces symptoms of irritable bowel syndrome.
Revista: Gastroenterology
https://doi.org/10.1053/j.gastro.2014.02.006
Aunque centrado en SII, este estudio demuestra que ciertos alimentos “saludables” como frutas ricas en FODMAP pueden aumentar la fermentación y agravar síntomas intestinales, algo que se observa también en pacientes con EII fuera de brote.
5. El carbón activado puede interferir con fármacos
Fuente: U.S. National Library of Medicine – Drug Interactions
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK547852/
«El carbón activado puede inhibir la absorción de medicamentos esenciales si se toma cerca de su administración. Su uso debe reservarse solo para contextos médicos específicos, no para ‘limpiezas digestivas’.»
6. No hay “alimentos que limpien el colon”
Revisión: Müller-Lissner et al. (2005). Myths and misconceptions about chronic constipation.
Revista: The American Journal of Gastroenterology
https://doi.org/10.1111/j.1572-0241.2005.41785.x
“No hay evidencia de que el colon almacene toxinas que necesiten ser eliminadas con alimentos específicos, enemas o limpiezas. Esa narrativa es un mito sin respaldo científico.»