Un postoperatorio de ostomía es una situación especialmente delicada. En un postoperatorio de ostomía nos encontramos ante una extrema demanda energética por parte del organismo para reparar todos los tejidos (piel, músculo, órganos internos, crear sangre…). Es un proceso extremadamente demandante y exigente que requiere una gran cantidad de energía para llevarse a cabo.
Ante esta situación nos encontramos con un problema terrible. La operación reduce enormemente las capacidades digestivas del paciente. Esto ocurre por varios motivos
- El tubo digestivo sufre un fuerte daño por la operación, por lo que reduce considerablemente su capacidad de digerir alimentos.
- El cuerpo sube su temperatura corporal, por lo que experimentamos fiebre debido a la enorme cantidad de procesos de reparación que se llevan a cabo. Esto hace que nos deshidratemos debido a la elevada temperatura corporal.
- El miedo a no saber que comer incrementa el estrés y la ansiedad del paciente, haciendo que su mal nutrición empeore la recuperación de la operación.
- La pérdida de permeabilidad intestinal, así como la caída de la microbiota del paciente, hacen especialmente vulnerable al paciente a enfermedades e infecciones.
Ante esta situación se hace imprescindible un abordaje nutricional que:
- Permita una facilidad digestiva total con el fin de evitar estresar el sistema digestivo.
- Una hidratación adecuada que permita además la retención hídrica por parte de las células
- Aportar los nutrientes necesarios para evitar la mal nutrición.
- Hacer que el paciente pueda alimentarse sin miedo.
- Mejorar la permeabilidad intestinal y la recuperación de la microbiota del paciente
¿Qué comer en un postoperatorio? O mejor dicho… ¿Cómo nutrirse?
Como he dicho, en un postoperatorio la capacidad digestiva es extremadamente limitada, pero la demanda energética y nutricional es muy elevada, es por ello que lo primero será comenzar a administrar nutrientes y calorías disueltas en agua como proteína hidrolizada para cubrir las necesidades proteicas. Ciclodextrina o amilopectina para cubrir las necesidades energéticas aportando hidratos de carbono.
Las primeras 72 a 96 horas (3-4 días siguientes a la operación) nos nutriremos con proteína de suero hidrolizada y harina de avena o crema de arroz. Tomaremos batido de proteínas 5 veces al día (recordemos que la enorme cantidad de tejido dañado eleva enormemente las necesidades de proteínas) junto a crema de arroz o harina de avena. Evitaremos la leche en esta etapa y optaremos por bebidas vegetales zero o agua
En estas primeras horas nos suplementarios con glutamina 5 gramos 4 veces al día (aquí para ver más sobre la glutamina) y creatina 5 gramos 2 veces al día (aquí para saber más de la creatina).
Cúrcuma 2 cápsulas al día
Esta proteína de suero hidrolizada tiene la particularidad de estar pre digerida, por lo que no tiene impacto en el estrés digestivo.
Como fuente de carbohidratos junto a la crema de arroz o harina de avena empezaremos metiendo o ciclodextrina o amilopectina de patata. La ciclodextrina es un carbohidrato de alto rendimiento usado en el deporte para que las células tengan energía para cubrir las demandas energéticas en deportes de alto desgaste. Este carbohidrato no es como el azúcar, no genera un pico de glucosa, por lo que no va a elevar los niveles de insulina ni afectará a los diabéticos de forma negativa.
Por su parte, la amilopectina de patata es el carbohidrato de la patata ya digerido y fácilmente absorbible. Es un poco más pesado (poco más) que la ciclodextrina, pero a su favor es mucho más barato.
Tanto la proteína de suero hidrolizada, como la ciclodextrina y la amilopectina, se pueden (y aconsejo) que se disuelvan en agua para mayor digestibilidad.
Las cantidades serán 3 bidones de 500-600 ml de agua con 40 gramos de proteína hidrolizada y 40 de ciclodextrina, amilopectina, crema de arroz o harina de avena. 4 veces al día para garantizar aportar al organismo suficientes nutrientes esenciales.
Una ventaja añadida de estos productos mezclados con agua es que, mejoran la retención hídrica por parte de las células, por lo que vamos a evitar la deshidratación y a mejorar la función de reparación de tejidos.
(la diferencia entre la harina de avena y crema de arroz con la amilopectina y la ciclodextrina es que las primeras permiten más saciedad y mejoran la diarrea retrasando el vaciado intestinal, además aportan fibras solubles, mi recomendación es optar por las primeras opciones)
Una vez pasadas las primeras 72 o 96 horas empezaremos a meter algo de alimentos más consistentes. Es normal en estos primeros días haber experimentado diarreas, que deberían ir poco a poco a menos. En esta segunda fase nos centraremos en mejorar la función digestiva y controlar un poco las deposiciones haciendo que espesen un poco.
Seguiremos con la proteína hidrolizada (ya que la hemos comprado, no la vamos a tirar), la cual seguiremos mezclando con agua o bebida vegetal sin azúcar.
Como fuente de hidratos empezaremos a meter cremas de arroz. Estas cremas de arroz son el arroz pre digerido, lo cual facilita mucho su digestibilidad y su absorción. Nos aporta buenos hidratos de carbono muy necesarios. Además, al estar en papilla, espesa en el estómago e intestino, ayudando a que las heces sean más espesas y mejorando la capacidad digestiva.
Otra fuente de hidratos interesante y que ayuda a espesar las heces, es la harina de avena (de momento evitaremos los copos). Podemos meterla junto a la proteína para tener un batido muy digestivo que aporte proteína e hidratos o hacer tortitas y repostería de fácil digestión (haz click aquí para acceder a las recetas).
Patatas, calabazas, zanahorias y yuca las tomaremos en cremas sin trozos para aportar carbos, vitaminas, minerales y poder tener variedad de sabores en las comidas, lo cual va a mejorar el estado de ánimo.
Las frutas las aconsejo en compotas que podemos hacer nosotros mismos. Que sean las frutas sin piel y sin semillas para evitar daños en la digestión. El plátano o banana si puede ser consumido entero pero masticando con calma.
En este punto, empezaremos a tener horarios de comidas más cómodos para nosotros, pudiendo hacer nuestros menús, lo cual añade variedad y mejora mucho la recuperación.
Esta segunda fase la mantendremos en torno a 20 o 30 días.
A partir de esta fase podremos introducir alimentos con más contundencia pero fácilmente digeribles como Arracacha, Batata o boniato, Colinabo, Konjac, Mashua, Nabo, Ñame, Patata, Rábano, Yuca, Zanahoria… A continuación te dejo un listado con los alimentos más ricos en fibra soluble. Haz click aquí