Permeabilidad intestinal. Qué es y como curarla.

La permeabilidad intestinal es la consecuencia de una serie de sucesos desencadenados por factores como medicación, malos hábitos, sedentarismo, mala nutrición… que dan como resultado una perdida de moco de nuestra barrera intestinal, un debilitamiento de las uniones celulares del colon dando paso libre a virus y bacterias extremadamente agresivos. Esto es muy importante de entender puesto que, el sistema inmune del colon está preparado para hacer frente a estos agresores, pero el organismo periférico a donde estos agentes agresivo van a parar no tiene esa capacidad. Así da lugar la inflamación de bajo grado como distensión abdominal, diarreas, dolor de cabeza, migrañas… Dando como resultado una inflamación crónica y una enfermedad autoinmune.

¿Qué es exactamente la permeabilidad intestinal?

Es la perdida de moco y más concretamente aún, es la perdida de una bacteria llamada Akkermansia muciniphila. Esta bacteria representa aproximadamente del 1 al 4% de la microbiota y su función principal es la de comer moco para que las células del intestino grueso puedan generar más moco.

Cuando esta bacteria se encuentra debilitada se acumula el moco en el intestino y se deja de fabricar moco nuevo, dando como resultado la expulsión del moco por el recto con las heces, siendo el la mayoría de casos con diarreas o estreñimiento.

¿Cuáles son las consecuencias de la perdida de la permeabilidad intestinal?

Las consecuencias de la perdida de permeabilidad intestinal son catastróficas para el organismo. Como he comentado anteriormente, al perder esta barrera se produce un debilitamiento de las células que mantienen unidas las paredes intestinales, dando paso a virus y bacterias extremadamente agresivas.

Síntomas

El intestino permeable comparte muchos de sus síntomas con otras afecciones médicas. Esto puede hacer que los médicos tengan dificultad para identificar esta afección. El intestino permeable puede causar o contribuir a los siguientes síntomas:

• Diarrea crónica, estreñimiento o hinchazón
• Deficiencias nutricionales
• Fatiga
• Dolores de cabeza
• Confusión
• Dificultad para concentrarse
• Problemas de la piel, como acné, erupciones cutáneas o eczema
• Dolor de las articulaciones
• Inflamación generalizada

La permeabilidad intestinal es la primera fase de toda enfermedad crónica autoinmune, e incluso de las depresiones al producir un funcionamiento anormal del sistema inmune, pero es sobre todo la causa de malos hábitos como los mencionados anteriormente.

Causas del intestino permeable

Mala nutrición

No es casualidad que cada vez nos encontremos con más pacientes con esta sintomatología. Las dietas exentas de fibra y en alimentos fermentados y, a la vez, muy ricas en proteínas animales, azúcares simples y grasas vegetales; un consumo excesivo de alimentos precocinados, abuso de edulcorantes artificiales, ingesta de alimentos con nitratos, mercurio y otros metales pesados, imposibles de eliminar por el organismo; pueden desencadenar el síndrome de hiperpermeabilidad intestinal y/o disbiosis (desequilibrio de la flora intestinal).  

Estrés

Otra de las causas que más se relaciona con esta alteración es el estrés, el cual es una respuesta natural y necesaria del organismo, es adaptación. El problema aparece cuando es mantenido en el tiempo, y la consecuencia más inmediata es la ruptura de la correcta comunicación bidireccional entre cerebro e intestino, alterando el buen funcionamiento de la microbiota y pudiendo generar permeabilidad intestinal.

Infecciones virus y bacterias

Se puede ver en analítica de heces o sangre. Si hay infección, el pH se altera generando daños en la mucosa, epitelio, inflamación y separando los enterocitos.

Falta ácido clorhídrico

La hipoclorhidria o falta de ácido clorhídrico en el estómago impide que se forme bilis, que actúa como antibiótico y antiparasitarios, dificultando la correcta digestión.  

Falta de descanso

Dormir poco genera que nuestra cápsula suprarrenal libere cortisol. Como consecuencia de la liberación de esta hormona, puede haber pérdida del colágeno de las vellosidades intestinales, provocando una baja absorción de nutrientes y pudiendo repercutir en nuestros niveles de energía.

Abuso de fármacos

Hacer un uso inadecuado de antiinflamatorios, aspirinas, corticoides, inmunosupresores y antibióticos tiene un impacto negativo sobre la mucosa intestinal. La flora intestinal se desestabiliza y se producen alteraciones en la microbiota intestinal, generando inflamación y que generalmente acaba desarrollando permeabilidad.

¿Cómo revertir el síndrome de intestino permeable?

El intestino permeable se origina cuando la bacteria Akkermansia muciniphila se debilita, por lo que es necesario fortaleces dicha bacteria mediante las siguientes formas:

• En la dieta, evitando productos irritantes, como los productos refinados y procesados. Así mismo frutos secos, demasiadas verduras (por su fibra insoluble)
• Mediante abordaje psicológico para mejorar el estado de ánimo y el estrés, esto ayudará también a mejorar la nutrición y los hábitos en general
• Estudio de intolerancias o alergias alimentarias en caso de que sea necesario, no siempre lo es, basta con retirar el gluten y mejorar los dos puntos anteriores
• Reponer la flora intestinal con la ingesta de probióticos y prebióticos en función de la historia médica del paciente. Recomiendo inulina y avena, aquí las tienes
• Ingesta de suplementos como aminoácidos o proteína de suero, glutamina y creatina, que ayudan a reparar la pared intestinal

Alimentos para la bacteria come-mocos

¿Cómo aumentar Akkermansia muciniphila en nuestro organismo?

• Alimentos ricos en fibra: Psilio, Judías blancas, Garbanzos, Lentejas, papa, zanahoria.
• Alimentos ricos en polifenoles: Arándanos, Bayas de aronia, Arándanos rojos, Frutos secos mejor en cremas.
• Aceite de pescado: Salmón, Caballa, Arenque, Fletán, Complementos alimenticios.
• Proteína de suero de leche.
• Avena, ya sea en harina o copos

Evidencia científica:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31485104/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33922654/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23796829/